Esta gata ha generado ya más de 10 millones de dólares. Sigue leyendo si quieres saber el por qué y cómo de esta sorprendente historia felina.
La historia del gato famoso que os presentamos hoy es una de esas que sólo pueden ocurrir en Japón, y es que tanto en admiración del gato como en ideas geniales los nipones nos llevan la delantera.
Si a Miiko, la gata callejera que dio a luz a una camada de gatitos entre los que se encontraba la protagonista de esta historia, le hubieran dicho que algún día trabajaría como asistente de su hija Tama, directora de operaciones en la compañía de ferrocarriles, seguramente… ¡Miraría con cara de felina interrogación y continuaría buscando algo que comer para ella y su camada!.
Sin embargo, el destino se construye a base de puntos que se van uniendo en la vida. Los puntos que conforman esta historia tienen un final feliz.
Tama, la gatita tricolor de la camada a la que nos referimos, fue adoptada por Toshiko Koyama, gerente de una tienda de alimentación local adyacente a la estación de ferrocarril de la pequeña ciudad de Kinowaka, prefectura de Wakayama (Japón).

En el año 2004 la compañía de ferrocarriles Nankai Electric Railway cesó operaciones por bancarrota. Wakayama Electric Railway se hizo con la línea de 14Km que une Kinowaka con la ciudad de Wakayama, y su primera intención fue cerrarla con el propósito de reducir costes. Los vecinos de lugar hicieron lo posible por evitar el cierre de su principal línea de comunicación, y la compañía decidió convertirla a una línea automática (no-tripulada) a fin de hacerla viable, nombrando como jefes de estación con pocas responsabilidades a habitantes cercanos a cada estación. El Sr. Koyama, fue elegido como jefe de la estación de Kishi, donde Tama ya campaba a sus anchas saludando y comiendo lo que los viajeros le daban.
Al parecer, en el 2007 el Sr. Koyama pasó por dificultades económicas y pidió a la compañía ferroviaria que permitiese a Tama vivir en la estación, donde ya era conocida y cuidada por los pasajeros, que le daban de comer a cambio de su compañía durante las esperas. La compañía aceptó y decidió nombrar a la gata como la jefa oficial de la estación, con el cometido principal de… saludar a los viajeros (cosa que ya hacía con exquisita diligencia). El cargo incluía un sombrero de jefe de estación y salario en forma de comida en cantidad suficiente. La publicidad del hecho que siguió en prensa incrementó la curiosidad y las visitas a la estación por parte de turistas que querían conocer a la nueva jefa y hacerse una foto con ella, viajando incluso durante horas para ello. En Bigotes de gato hemos querido estrenar la nueva sección de Turismo con esta historia tan peculiar.
Desde el nombramiento del felino jefe de estación, y en pocos meses, la afluencia de usuarios en la línea ferroviaria aumentó un 17% mientras la fama de Tama traspasaba fronteras, con noticias y documentales en Europa y EEUU. Un estudio afirmó que en 5 años el nuevo negocio turístico había aportado a la economía local más de 1.100 millones de yenes (10 millones de dólares).
En el 2008 Tama fue ascendida a «Super jefa de estación» en acto oficial con la asistencia del presidente de la compañía y el alcalde, donde se le otorgó el título honorífico y lució el uniforme de gala de «caballero de Wakayama» otorgado por el gobernador (con lo cual, supongo, deberíamos referirnos a ella como «Dame Tama» :) ). En el 2010 se le otorgó un puesto ejecutivo de directora de operaciones en la compañía, en reconocimiento por la labor de atracción y reactivación de una línea que un día estuvo a punto de cerrar.
Tama sigue recibiendo con su parsimonia felina a los visitantes que acuden a visitarla, ávidos de conocerla y fotografiarla. El despacho de billetes de la estación ha sido acondicionado como su oficina, donde tiene su colchón, arenero y estanterías y pasillos en altura.
Tama tiene su horario laboral, y fuera del mismo es sustituida por su asistente Chibi (hasta el 2007 también su madre Miiko fue asistente de Tama, hasta que aquella murió).


En el 2009 se lanzaron el tren y el tranvía turísticos Tama («Tama Densha»). El tren parte del andén 9 de la estación de Wakayama, y para cogerlo sólo hay que seguir las huellas de gato pintadas en el suelo. Hoy la compañía tiene ya tres trenes tematizados con la gata Tama: el tren de Tama, el tren de la fresa, y el tren de Juguete, dirigidos especialmente a niños.
En el 2010 la estación de Kisho fue renovada, y ahora el edificio tiene forma de gato, dispone de una cafetería tematizada alrededor de Tama, y una tienda de sourvenirs donde los visitantes pueden adquirir todo tipo de cosas relacionadas con la gata y su estación.
Hoy Tama ya va siendo mayor. Por eso le molesta y no lleva siempre el gorro de jefe de estación. En enero del 2012 fue presentada la «aprendiz» de Tama, la gata llamada «Nitama», jefa de la estación de Idakiso en la misma línea ferroviaria, y futura sustituta de Tama en Kishi cuando ésta se retire.

No cabe duda de que Tama tiene que pagar el precio de estar disponible durante 8 horas seis días a la semana, a veces quizá cuando preferiría no estar expuesta a las miradas o flashes de sus visitantes. Pero quizá acordemos que es un precio adecuado para una gata tranquila y acostumbrada al contacto humano, y que el destino ha querido ofrecerle una vida sosegada fuera de la vida callejera. No nos gusta mucho la foto que hemos visto por ahí de la gata sobre su caseta de exterior frente a la estación, atada con un (largo) cordón, pero también la hemos visto toda tranquila en brazos de visitantes. Los vecinos no sólo han ganado conservar su línea ferroviaria, sino también reactivar su economía gracias a la gata a la que daban de comer en sus esperas en el andén.
¿En tu próximo viaje a Japón vas a incluir esta visita, amigo gatuno? :)
Cómo llegar:
Recorrido en tren desde Wakayama hasta Kishi
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Información del Tama Train (en inglés) de la oficina de turismo de Wakayama, con los horarios de atención de las gatas Tama y Nitama.
Información de la ruta turística (en japonés) de la compañía de ferrocarriles.