Mira cómo promueve esta campaña la esterilización entre los gatos de EEUU. El protagonista es Scooter, un «gato malote del barrio» que se trae a las hembras de calle (nunca mejor dicho).
Scooter, el rey del mambo
Scooter es el gato más molón. «Con gafas chulas y sin testículos» es incluso colega del perro grandote del callejón. En la página de su campaña, anima con su ejemplo a esterilizar a todos los gatos, sean domésticos o vivan en la calle, con argumentos de peso pero presentados de forma sencilla y efectiva, para que el mensaje llegue a todo el mundo.
Además, como es un gato tan chulo, ha conseguido descuentos en clínicas veterinarias de todo EEUU, para que otros compañeros puedan operarse a buen precio y dejar de tener gatitos con los que no contaban. Todo con el fin de reducir la sobrepoblación tan perjudicial para los gatos.
A través de la página givethemten.org («dales diez», en relación al dicho anglosajón de que los gatos tienen nueve vidas), organizada por La Fundación Joani Bernard, Scooter informa de que 1+1=420.000 . Dos gatos, en 7 años, pueden dar lugar a 420.000 vidas, que seguramente no encuentren lugar en los hogares y las calles, acabando encontrando la muerte en los «centros de control de la población» (en España los llamamos, eufemísticamente, «perreras»). Por eso, como Scooter y La Fundación Joani Bernard trabajan por lograr una «nación sin muerte para los gatos», dan consejos sobre cómo adoptar, cómo llevar a un gato que lo necesite a una sociedad protectora (nunca a un «centro de control de la población»), cómo «capturar, esterilizar y soltar», qué mitos detienen a las personas de esterilizar al gato de su casa…
Scooter ya es una celebridad, y como tal tiene hasta sus espacios publicitarios en la calle, recorre redacciones de prensa para informar de su campaña, pasa por interminables sesiones fotográficas para su book, y gestiona su Twitter y su Facebook… Es lo que tiene estar tan solicitado.
¿Marketing para la protección felina?
Hay cosas que a la gente interesada en la protección felina nos pueden parecer estrambóticas o poco serias, quizá porque nos gusta ver a esta actividad tratada con la seriedad que se merece, tras tanto tiempo de incomprensión y trabajo en la «clandestinidad». Por ello, acciones de marketing que tienen lugar en otros países (como este «burdel para gatos» de Holanda) pueden no tener éxito en nuestro país. Pero no por ello dejan de resultarnos curiosos.
Por mi parte, creo que el marketing es una estupenda y efectiva herramienta para la protección felina, y que no usarla sólo ayuda a perpetuar esa imagen de ostracismo de la que tanto se necesita salir. Hay mucho mensaje (mejor que sea positivo) que dar a la población, y no hay motivo para evitar las modernas herramientas de divulgación.
¿Crees que Scooter logrará su objetivo?, ¿Caerá por el camino alguna hembra bajo sus encantos? ;)
[…] por el bienestar de los gatos, como este “burdel para gatos“en Amsterdam, o “Scooter, el gato con gafas chulas y sin testículos”. Hoy os traemos otra campaña, esta vez en […]