En una protectora en Pennsylvania (EEUU) hay unos nuevos colaboradores, los niños que leen a los gatos.
En un albergue de gatos sin hogar de la ARL (Animal Rescue League) del condado de Berks, los niños que están aprendiendo a leer acuden a compartir sus lecturas en voz alta con los gatos. Los gatos se acostumbran así a la presencia y voz humanas, ayudándoles así a su socialización con los humanos y favoreciendo su adopción. Mientras tanto, los niños progresan con sus habilidades de lectura, contando con unos observadores que no les juzgan sus equivocaciones, en un entorno motivador, distinto, cálido y acogedor. Todos salen ganando.
La idea partió de Kristi Rodriguez, colaboradora del refugio y cuyo hijo Sean de 10 años tenía dificultad con la lectura en el colegio. Un día Kristi llevó a su hijo con ella al albergue para que leyera a los gatos, y él acabó tan encantado y pidiendo regresar que Kristi pensó que sería una buena idea abrir un programa para todos los niños de la zona que quisieran colaborar.
El programa «Book Buddies» («compañeros de lectura») ha ganado en popularidad y aceptación desde entonces, atrayendo a niños con dificultades con la lectura, padres que quieren promover el contacto de sus hijos con animales, niños autistas, grupos scout, y otros. El albergue ha establecido un sistemas de tickets por los libros leídos a los gatos, y que pueden ser canjeados por premios y reconocimiento por su labor social con los animales.
En la página facebook de la ARL pueden verse fotos de algunos niños acompañando con sus lecturas infantiles a los gatos.
Nos parece una idea estupenda para colaborar con los gatos que buscan un hogar en tantos albergues, a la vez que los niños convierten sus nuevas habilidades de lectura en un juego a compartir con unos amigos con los que, según se aprecia en las fotos, se lo pasan pipa. ¿Llevarías a tus niños a leer a los gatos si un albergue cercano pusiera en marcha un programa parecido?
M lo llevo! Dos cosas que me apasionan…. Los gatos y leer… Gracias!
Es una idea estupenda! Yo misma iría de mil amores a leer para los gatos… quizá se podría organizar algo así en La Gatoteca…
Curioso…. yo de pequeña le leía cuentos a mis gatos