10 signos de que tu gato se cree tu jefe

Ya va siendo hora de que te abras a la realidad. Tu gato se cree tu jefe, y estaba esperando a que regresaras de vacaciones para hacértelo saber.

 

Probablemente hayas regresado ya de tus vacaciones. Quizá este año hayas sacado tu orgullo gatero y hayas hecho turismo gatuno, algo que sólo te habrá servido para echar de menos, aún más, a tu gato.  Ahora vuelves a la rutina,  al trabajo, las órdenes de tu jefe/a… Pero todo se lleva mejor, porque cuando llegas de nuevo a casa, tu amigo bigotón y peludo sigue estando ahí, y eso te da la tranquilidad que estos momentos necesitan.
Todo muy bonito, ¿Verdad? Pero espera… ¿te has parado a pensar que quizá cuando vuelves a casa te encuentra de nuevo con alguien que cree ser tu jefe, y de hecho actúa como si lo fuera?
Te damos 10 signos de que tu gato se cree tu jefe, para que compruebes si has vivido engañada/o todo este tiempo.

 

Signos de que tu gato se cree tu jefe

1-Es el primero de tus despertadores

¿Por qué tu jornada laboral tiene que empezar a las 7:00, si puede empezar a las 6:50? Amigos, estamos en la época de la productividad, y cualquier adelanto en el horario establecido sólo puede repercutir en una mayor eficiencia. Tu gato lo sabe, y por eso no deja que te dejes seducir por la falacia de los horarios fijos.

No te dejes engañar por suposiciones sobre el reloj interno de tu gato, sobre el momento en el que al pobre le entra hambre, sobre su sensibilidad a los primeros rayos de sol que asoman por la ventana. No, tu gato sabe leer la hora de tu despertador, y te despierta a su manera antes de que suene a la hora habitual. Es su manera de decirte «¿Ves?, yo ya estaba activo antes de que tú supieras que había comenzado el día, ponte en pie y toma ejemplo de mí».

 

2-Tiene la visión estratégica

Él tiene que tener el control de la situación, estar por encima de los acontecimientos. Se sabe guardián de la visión y misión de la casa en la que vivís, así que buscará la posición más elevada en cada momento, esa atalaya en la que no sólo tendrá el control absoluto de la situación, sino que además (no lo olvidemos) es el lugar desde donde poder ser visto por los que estamos abajo. En su interior, él sabe que nosotros estamos envidiando su posición en las alturas, y diciéndonos en voz baja «algún día, yo quiero estar donde él ha llegado…»

 

3-Controla tus acciones una a una…

Y lo sabes. De vez en cuando bajará de las alturas, se dejará ver por sus dominios, «para que los empleados me vean, y captar el pulso de la empresa». Pero no lo olvides, él es tu jefe, y aunque en un primer momento haya accedido a tu terreno para que le sientas cercano, no tardará en controlar al detalle todas y cada una de tus acciones.

«Hola, pasaba por aquí, ¿Qué haces?, ¿Por qué usas eso?, ¿Qué estás leyendo exactamente?, ¿Es facebook eso que he visto en tu pantalla?, ¿Cuántos minutos más piensas pasar ahí encerrado en el WC?…»

 

4-…hasta que algo más importante requiere de su atención

Pero no debes preocuparte, las obligaciones de un jefe son extensas, algo que se escapa al conocimiento de nosotros sus empleados. Seguramente, en el momento más inesperado algo reclamará su atención y decisiones, momento en el cual te dejará en paz para atender aquello que demanda su acción de manera inmediata, por el bien de la empresa. «¡Dios mío!, ¿es una mosca esto que estoy viendo volar?»

 

5-Deshará lo que tú has hecho

No le malinterpretes, él valora lo que tú haces, entiende el esfuerzo que le has dedicado, pero… ¿No estaría mejor ese mando a distancia en el suelo?, ¿Seguro que ese jersey no quedará un poco más esponjoso con un último toque?, ¿Realmente esta ensalada necesita estos tacos de jamón que le has puesto?

Sólo quiere aportar su conocimiento para que tu trabajo quede ya, definitivamente, perfecto.

 

6-Toma decisiones trascendentales

Y por eso, no debe tomarlas nunca a la ligera, sabe que el sustento de sus empleados está en juego. Cuando veas a tu gato en posición hierática, mirando al infinito (más allá de la pared que tiene enfrente en ese momento, se entiende), está pensando. Cuando se torna estatua frente a la ventana, está observando el entorno para posicionar a la empresa en el lugar adecuado. Si le ves con los ojos cerrados y respiración lenta no le molestes con problemas poco trascendentales, está en meditación de management, seguramente puedes resolver el tema sin su ayuda en ese momento.

 

7-Observa con sospecha a tus visitas

Y es que cualquier jefe se preocupa si el empleado de su tienda, o el empleado de su oficina, recibe la visita de un amigo. Compréndele, el no conoce nada de tus amistades, sólo que son potenciales distractores en tu jornada laboral. Y además… ¡El paga el alquiler del local!

Según el modelo de management de tu gato, puede optar por un abierto enfrentamiento visual con tu visita, con ligeros paseos para hacer notar al desconocido que ese es un lugar de trabajo con un jefe al mando, o bien puede retirarse a un lugar tranquilo para transmitir a su empleado la idea de que «no me importa que traigas visitas, entiendo tu necesidad, eso es signo de que tú también sientes la empresa como tuya». No te dejes engañar, desde su escondite está siguiendo toda vuestra conversación.

 

8-Te premia

Y es que él sabe ser un buen jefe. Sabe que sus empleados necesitan el apoyo y aprecio de su superior. Por eso, de vez en cuando, caerá alguna invitación a picoteo, para distendir un poco el ambiente («Te gustan los pájaros, ¿verdad?»)

También él sabe que el buen trabajo debe ser reconocido. Por eso, cuando tu labor sobresalga y él esté de buenas (es tu jefe, ¿recuerdas?) se acercará para ofrecerte una buena caricia. Generalmente, te dará una caricia de pierna, de mano, o incluso de mejilla si tu trabajo ha sido sobresaliente. Si además te ronronea, tómalo como el aumento de sueldo que no está pensando en darte.

 

9-Es amigo del horario flexible

Y volvemos al tema del horario. Después de haber estado por ahí fuera de casa haciendo vete-tú-a-saber-qué-cosas, es momento de trabajar, que para eso te paga. «¿Ya limpiaste la arena?, ¿No deberían estar en este bol los bocaditos de salmón habituales?, ¿Sabes que este plumero no  se mueve solo hasta que llegas tú?, ¿Harías el favor de rascarme aquí?…

Y, oye, una última cosa… ¿Qué haces metida ya en la cama?, ¿No sabes que esta hora es cuando salen los duendes corredores, a los que tanto nos está costando cazar en esta empresa?»

 

 10-Dínoslo tú

Esto son 10 signos de que tu gato se cree tu jefe. Dejamos el décimo a tu observación y criterio. Ayúdanos a todos los lectores de Bigotes de gato a comprender de qué manera tu gato te deja claro cada semana que es gracias a él por quien tu casa sigue siendo el lugar que es. ¿De qué manera te demuestra tu gato quién es el que manda sobre el hogar que vives, y sobre la pantalla que ahora lees?

 

 

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